martes, 8 de junio de 2010

La Estrella volvió a brillar acompañada por sus devotos


La Virgen de la Estrella se trasladó ayer lunes, 7 de junio, a la Real Parroquia de Señora de Santa Ana para celebrar cultos en su honor de carácter extraordinario con motivo del 450 aniversario de la fundación de esta corporación trianera.


A las siete de la tarde se inició la Santa Misa oficiada por Rvdo. P. Juan Dobado, director espiritual de la hermandad. Tras la eucaristía la comitiva se abrió camino entre el pueblo que esperaba impaciente a la dolorosa trianera. Especialmente emotivo fue la estación de la Virgen en la Capilla de la hermandad del Rocío de Triana.

El paso de traslado entró en el templo y se situó por primera vez ante el Milagroso Simpecado. Se cantaron las salves dedicadas a ambas advocasiones y se realizaron varios "vivas" a la Virgen del Rocío y de la Estrella. La sede de la hermandad rociera estaba llena de fieles y devotos.





El cortejo estuvo formado por dos tramos de hermanos con cirios encabezados por una Cruz Alzada y la Bandera Concepcionista. Tras ellos el Estandarte corporativo, representación de la hermandad de la Virgen del Carmen de San Cayetano de Córdoba, presidencia, Coro de la hermandad, cuerpo de acólitos y el paso de traslado de la Virgen portado por hermanos costaleros capitaneados por su capataz, Pepe Luna. En todo el recorrido hubo balcones exornados creando un ambiente festivo y reconocimiento a la dolorosa.



El paso, habitual de traslados de esta imagen en sus cultos ordinarios de regla, iba exornado con flores blancas y con seis candeleros con cera del mismo color en la parte delantera y dos faroles en las esquinas posteriores, cedidos para esta ocasión por la hermandad de Las Penas de San Vicente.



Media luna y peana cordobesas

La Virgen iba bellamente ataviada con saya y manto blanco bordados a realce con hilo de oro. El manto fue ejecutado por el taller de Fernández y Enríquez, mientras que la saya fue restaurada y enriquecida por el mismo taller, aunque es una pieza antigua del ajuar de la dolorosa. Además llevaba el cíngulo que le regaló Antonio Garduño a esta imagen mariana.



La dolorosa portaba en su cabeza la diadema realizada el pasado año en plata por Juan Borrero y que fue diseñada por Sergio Cornejo. A sus pies llevaba la media luna e iba entronizada en una singular peana. Ambas piezas de plata de ley han sido cedidas por la hermandad de la Virgen del Carmen de Córdoba de la que el Rdvo. P. Juan Dobado, también fue director espiritual. Este mismo fraile de la Orden Carmelita Descalzos fue el que diseño estas personalísimas piezas que fueron realizadas en el año 2005 por el orfebre cordobés Antonio Cuadrado, el cual se inspiró en la orfebrería del maestro cordobés Damián de Castro que trabajó este arte en el siglo XVIII.



El cortejo entró en la "Catedral de Triana" minutos antes de las diez de la noche con gran presencia de público. La Virgen de la Estrella la situaron sus hermanos en el altar mayor de esta parroquia. Posteriormente hubo unas palabras de bienvenida de Rvdo. P. Manuel Azcárate Cruzado, Párroco de Santa Ana, y de Manuel Domínguez del Barco, Hermano Mayor de la Estrella. Finalizó el traslado con el canto de la Salve dedicada a la dolorosa trianera.

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